Desde el Estado de Pensilvania se anticipó el lanzamiento de un plan de subvención que llega para acompañar a los negocios más afectados por la pandemia.
El gobernador Tom Wolf informó a los propietarios de las pequeñas empresas que hará entrega de una asignación estatal por un total de 225 millones de dólares. Los montos serán destinados a los comercios afectados por el confinamiento, y podrán ser utilizados para cubrir los gastos de mantención, acompañar con la reapertura y recibir asistencia técnica.
Significa un gran alivio financiero para un sector muy golpeado de la economía que, tras meses de permanecer en inactividad, comenzaron a reabrir sus puertas a medida en que el COVID-19 parece estar más controlado. Según el Departamento de Trabajo e Industria de Pensilvania, la región triplicó su desocupación y alcanzó una de las cifras más altas de la historia.
El financiamiento de los programas surge del presupuesto estatal, que destinó 2,6 mil millones de dólares a través de la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica Coronavirus (CARES). De ese monto se dedicará una importante suma de dinero para asistencia de alimentos, viviendas y demás necesidades básicas que la población no está pudiendo cubrir en tiempos Coronavirus.
Tom Wolf se expresó a través de su cuenta de Twitter y habló sobre la importancia que significa poder brindarle ayuda a las pequeñas empresas el marco necesario que le permita volver a funcionar. “A medida que Pensilvania avanza en la reapertura, debemos centrarnos en la recuperación y recordar aquellos que fueron los más afectados por esta pandemia”.
Los fondos del Estado serán administrados de la siguiente manera:
- El Programa de revitalización de negocios de la calle asignará 100 millones de dólares en ayudar a las empresas perjudicadas.
- El Programa de revitalización empresarial históricamente desfavorecido destinará otros 100 millones de dólares que estarán enfocados a empresas que sean propiedad de personas con desventajas sociales y económicas.
- El Programa de Reserva de Pérdida y Aplazamiento de Pago de Préstamo utilizará 25 millones de dólares para permitir indulgencia y alivio de pago a negocios de cartera existente que se encuentran afectados por el COVID-19.